¿Qué tipos de bombilla existen en el mercado? ¿Cuáles son las que más gastan? ¿Y las más indicadas para la cocina? Conócelas todas, y acierta en la iluminación de tu hogar.
A la hora de escoger la iluminación de tu hogar no debes guiarte únicamente por la estética. Existen otros factores económicos y medioambientales que debes tener en cuenta si quieres ahorrar energía y dinero, al tiempo que creas rincones acogedores.
A continuación, te presentamos las bombillas más comunes del mercado, y los detalles que debes conocer para comprar las que más se ajusten a tus necesidades:
Bombillas incandescentes
Son las bombillas más comunes. En su interior, poseen un filamento de tugsteno, que se ilumina al calentarse, dando como resultado una luz amarillenta. La duración de la bombilla depende de este filamento, que se degrada progresivamente; aún así, podemos contar con unas 1.000 horas de uso, aproximadamente.
Entre sus ventajas, se halla su bajo precio, siendo las más baratas, y la variedad de colores que podemos encontrar. Sin embargo, no podemos menospreciar sus inconvenientes: el principal, que la mayor parte de la energía que consumen (hasta el 95%) se transforma en calor, por lo que se dice que no son eficientes energéticamente. Además, duran mucho menos que otros tipos de bombillas.
La poca eficiencia energética de estas bombillas está llevando a su desaparición del mercado y a su sustitución progresiva por las de bajo consumo o LED.
Bombillas halógenas
Estas bombillas se caracterizan por su filamento de wolframio. Emiten una luz blanca y focalizada, por lo que se usan para iluminar objetos como cuadros, y también para lograr una iluminación ambiental. Es frecuente verlas empotradas empotradas en los falsos techos. Entre las estancias del hogar, es habitual verlas en los baños, debido a la potencia de su iluminación.
Los puntos fuertes de las halógenas son su alta capacidad de iluminación, además de su mayor duración frente a las convencionales, llegando hasta las 3.000 horas. Este tipo de bombillas proporciona una gran variedad de intensidades de iluminación, gracias a sus diferentes voltajes de trabajo.
Entre sus desventajas hallamos su alto consumo y el calor que generan. Además, la luz que emiten es muy intensa, por lo que conviene mantenerlas lejos de los ojos. Son, además, más caras que las bombillas incandescentes, aunque su precio es menor, por lo general, que el de las de bajo consumo.
Tubos fluorescentes
Los clásicos tubos fluorescentes se caracterizan, además de por su forma alargada, por emitir una luz muy blanca.
Su principal inconveniente es que tardan unos segundos en encenderse. También pueden parpadear al encenderse, lo que resulta molesto para la vista.
Bombillas de bajo consumo
Como su nombre indica, consumen muy poco, y duran sobre 8.000 horas. Aunque sean de bajo consumo, siguen desprendiendo ese calor, típico de las bombillas.
Bombillas LED
Representan la tecnología más moderna. Aunque su coste suele ser alto, su duración suele estar entre 40.000 y 50.000 horas y el bajo consumo de energía te permiten amortizar el gasto con el tiempo, llegando así a recuperar todo lo invertido además de ahorrar en el consumo durante mucho tiempo. Además, estas bombillas no producen calor. Su uso es ideal para lugares en las que deban permanecer mucho rato encendidas, como la cocina y, por extensión, en todo el hogar, gracias a su insuperable rendimiento energético.
Esta iluminación es cada vez más solicitada, ya que existe una gran variedad de productos y su cambio no es complicado. Es tan sencillo como quitar tu vieja bombilla y poner una de LED.
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